blog de Takeshi

Cuando estuvimos en Caracas, uno de nuestro cliente más bien ya ahora como parte de nuestra familia, nos invitaron a cenar.
Pues sin excepción, cuando me invita alguien a comer en su casa, siempre la gente se pone nervioso porque soy cocinero. Pero también yo siempre digo, si me prepara la comida voy a pasar bien, porque sé que es un trabajo cocinar y ya este gesto generoso de invitarme me llena de alegria.
Estos amigos, empezaron a venir al Laurel desde que comenzamos (cuando estabamos en huequito del parque) hasta ahora cuando vienen a Mérida siempre pasan por aquí y después de comer siempre nos sentamos en su mesa y hablamos y disfrutamos.

Aquella noche nos prepararon una ensalada bien rica y arroz negro excelente. Tan bueno que era, yo repetí tres veces. Conversamos mucho y gozamos el momento muchisimo.
No son profesionales de cocina, pero con cariño siempre la comida sale sabrosa....